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La tendencia verde está de moda. No solo se trata de reciclar, hay algunos que se lo toman más en serio cuando se trata de instalar techos o paredes verdes en edificios o casas. Una de estas tendencias ecológicas es la de establecer un jardín vertical o aéreo que cubre algunas de las superficies antes mencionadas.

En España, el primero en construirse fue el de la fachada del Caixa Forum, ubicado en las adyacencias del Paseo del Prado de Madrid. Allí el botánico francés Patrick Blanc creó el verde tapiz, de 460 metro cuadrados de superficie, compuesto por 15 mil plantas de 250 especies diferentes.

¿Pero qué es lo particular de estos jardines, además de su ubicación? La alfombra vegetal no es únicamente un elemento de decoración. Otorga un sinfín de beneficios a las estructuras y quienes habitan en ellas, por lo que son cada vez más las ciudades que se aventuran por uno de ellos. Las pioneras fueron Alemania, Estados Unidos, Noruega, Holanda y Reino Unido; pero la tendencia verde ahora se ha extendido hasta Latinoamérica.

Aunque hay muchas grandes estructuras de este tipo, en estas tendencias ecológicas también hay otras posibilidades de elaboración doméstica. Y es que la utopía sería lograr convertir barrios, urbanizaciones o complejos enteros en viviendas con jardines o techos verdes.

En Copenhague, Dinamarca, crearon una legislación que obliga a las nuevas edificaciones a tener un algún tipo de vegetación en sus azoteas; en Tokio también es requisito obligatorio para edificios cuyos techos sobrepasen los mil metros cuadrados. En Argentina reducen impuestos de alumbrado, barrido y limpieza a quienes tienen cubiertas verdes.

Obviamente, construir un jardín de este tipo en casa requiere de conocimientos y herramientas más especializadas pero igual queremos compartir algunas de las bondades de estas alfombras naturales.

–    Regula las temperaturas: El Instituto Americano de Ciencias Biológicas indicó que está comprobado que refrescan los sitios en verano y evitan las pérdidas de calor durante invierno.

–    Reduce el consumo energético: El mismo instituto hizo un estudio que reveló que, en aquellos espacios con estos jardines, por ejemplo, se reduce el uso de aires acondicionados hasta un 25%. El consumo de calefacción también disminuye.

–    Evita contaminación sonora y ambiental: Sirven como aislantes de ruidos y además absorben partículas contaminantes y dióxido de carbono. De acuerdo a la organización Green Roofs, que promueve los techos verdes en América del Norte, por ejemplo, si en una ciudad como Toronto al menos 6% de los techos fuesen verdes se eliminarían 30 toneladas de partículas contaminantes de la atmósfera cada año.

–    Fomenta la agricultura: Estos espacios verdes pueden convertirse en pequeños huertos que fomentan la agricultura.