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En muchos hogares, la cocina es el centro de actividad de la casa. Además de su uso habitual, las cocinas se convierten en centro de reunión improvisado, comedor, sala de estar, estancia de juegos de los niños e incluso lugar de trabajo. ¿Cómo evitar el desorden y el caos en este espacio multiusos? Hoy te contamos cómo conseguir que tu cocina se adapte a tus necesidades con ideas prácticas a tu medida.

1. Define el uso del espacio. Algunas familias, por ejemplo, cenan en la cocina y para ello utilizan la mesa como lugar de reunión. Sin embargo, una encimera se puede adaptar a un uso más limitado, como desayunos y meriendas. También se puede convertir en el lugar ideal para que tus hijos dibujen o hagan sus tareas.

Si analizas cómo utilizas cada uno de los elementos de la cocina podrás determinar si su uso es el adecuado o si puede sustituirse por otro más eficiente.

2. Potencia el espacio de almacenamiento. Calcula el espacio del que dispones para guardar, no sólo la vajilla y menaje, sino otros objetos que se van almacenando en la misma. Los armarios  y alacenas que llegan hasta el techo pueden resultar muy útiles. Utiliza la parte alta para guardar el menaje que no utilizas a diario y reserva las zonas más bajas y medias para los objetos de uso cotidiano. Si es posible, coloca la zona despensa próxima a la zona de cocina y a electrodomésticos como la nevera,  el horno y el microondas.

Revisa periódicamente el almacenaje de tu cocina y recicla todo aquello que ya no utilices o que resulte inservible. Mantener el orden y la organización facilitará las tareas y hará tu día a día mucho más sencillo.

 3. La iluminación importa. Una cocina bien iluminada, ya sea con luz natural o  artificial, resulta más acogedora y cómoda. A la hora de diseñar el sistema de la iluminación de tu cocina, piensa en que éste debe resultar práctico para realizar diferentes tareas en la zona de encimeras, de cocina, de almacenamiento y de comida. La luz de ambiente es clave a la hora de crear un ambiente agradable. Infórmate también sobre los nuevos sistemas de iluminación inteligente, que apuestan por el uso de las nuevas tecnologías y pueden suponer un importante ahorro en la factura de la luz.

 4. Pon una nota de color. ¡Encuentra tu inspiración! Si eres fan del blanco y de los colores neutros, añade un color más brillante en pequeñas dosis que incorpore un toque de energía al espacio. Rojo, verde, amarillo, naranja o azul son ideales para iluminar y aportar ese toque de personalidad que alegrará tu cocina. Invierte en pequeños complementos (fruteros, lámparas, cuadros, etc) que podrás cambiar sin realizar una gran inversión. Si por elcontrario eres fan del color sin reservas, existen muchas modalidades de armarios, encimeras y electrodomésticos que incorporarán el color que más te guste a tu cocina. ¡Atrévete!

Crea la cocina de tus sueños, ¡se convertirá en tu lugar favorito y en el de toda tu  familia!