5 ventajas de vivir en una ciudad pequeña
Son muchos los aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de elegir lugar de residencia. A menudo las ciudades pequeñas suelen estar infravaloradas, sin embargo, vivir en este tipo de urbes nos ofrece una serie de ventajas que pasan desapercibidas por la mayoría. ¿Tú eres más de ciudad pequeña o grande?
Hace poco te hablábamos de las ventajas de vivir en las grandes ciudades y hoy queremos darle una vuelta de tuerca y analizar la vida en una ciudad pequeña. ¡Empezamos!
Nuestra calidad de vida mejora
Además del hecho de que en una ciudad pequeña disfrutaremos de un ambiente menos contaminado, tendremos más facilidades para desplazarnos caminando o en bicicleta, lo que nos permite hacer deporte al aire libre sin casi darnos cuenta. Respirar aire puro y realizar actividades fuera del núcleo urbano nos facilita relajarnos y liberarnos de estrés del día a día.
Aprovechamos más el tiempo
Todos los que vivimos en grandes ciudades sabemos el tiempo que se pierde en trasladarnos, tanto para ir a trabajar como para disfrutar de ratos de ocio. En ciudades pequeñas no tenemos ese problema ya que las distancias son mínimas y no suele haber mucho tráfico ni los consiguientes atascos. ¡Nos ahorramos mucho tiempo! Horas que podemos destinar a dormir más, disfrutar de nuestro tiempo libre y dedicárselo a nuestra familia y amigos. Genial, ¿no?
Mayor facilidad para entablar relaciones
Cuando residimos en una ciudad de menor tamaño tendemos a forjar relaciones más cercanas y hacer amigos más fácilmente ya que no tenemos un ritmo de vida tan ajetreado y estresante. La atención más personaliza en una cafetería, en el supermercado o incluso con nuestro médico de familia nos permite tejer relaciones de mayor confianza. Seguro que a la semana de estar viviendo en una ciudad pequeña el kiosquero ya se sabe tu nombre.
La tranquilidad
Además de sentirnos menos seguros, quienes vivimos en ciudades grandes y muy pobladas sufrimos altos niveles de ruido que en cierta manera nos acaba afectando. En las pequeñas ciudades, aunque siga habiendo tráfico y vida, los ruidos están limitados a zonas muy concretas que no llegan a molestarnos. Los amantes del silencio sabemos apreciar la paz que se disfruta en las pequeñas poblaciones.
Ahorro económico
Residir en una ciudad pequeña suele ser más barato que vivir en una gran ciudad. Se suele gastar menos en el transporte, comer fuera y salir con los amigos. Además, comprar o el alquilar de nuestra vivienda es más económico. ¡Seguro que lo notas en tu bolsillo al final de mes!
Estas son solo algunas de las ventajas que nos ofrecen las ciudades de menor tamaño pero por supuesto la elección dependerá de tus preferencias y circunstancias. Además de estos beneficios hay muchos otros que seguro descubrirás si vives en este tipo de municipios. ¿Nos cuentas cuáles has descubierto tú?
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