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Llega septiembre y con ello la vuelta a las rutinas diarias que, otro año más, se englobarán en los mismos espacios. Esto,que puede suponer una fuente de estrés, lleva a que muchas personas se planteen cambios drásticos en su vida, empezando por su vivienda y la necesidad de esta de ser reformada o, directamente, sustituida por otra. Hoy valoramos los pros y contras de una buena reforma o una irremediable mudanza.

REFORMA

PROS:

1. Todos hemos visto algún programa de decoración u hojeado alguna revista especializada y hemos pensado cuánto nos gustaría que nuestra casa se pareciese a alguna de esas viviendas de catálogo ¿verdad? Una reforma puede ser la solución ya que al no tener que gastar hasta el último euro de nuestros ahorros, como ocurriría al comprar una vivienda nueva, la reforma podrá ser mayor y como resultado nuestra vivienda se asemejará más a lo deseado.

2. La reforma de nuestro hogar permite que renovemos algunos aspectos de nuestra vida sin que esto suponga un cambio demasiado brusco en nuestra rutina, ya que permaneceremos en el mismo ambiente: no tendremos que buscar nuevas zonas por las que salir a pasear o cenar, ni conocer cuáles son las rutas más rápidas para llegar al trabajo o al colegio de los niños y, además, no nos enfrentaremos a una nueva y desconocida comunidad de vecinos.

CONTRAS:

1. Ruido. Polvo. Obreros. El resultado de una buena reforma siempre es algo digno de ver y apreciar, pero lo cierto es que el proceso hasta conseguir nuestra vivienda soñada es uno de los más pesados y duros de vivir, por lo que si no estamos realmente mentalizados para vivirlo, una reforma sólo puede suponer un nuevo e intenso foco de estrés en una época del año ya de por sí bastante dura.

2. Nuestra vivienda, al fin y al cabo, es la que es. Por mucho que imaginemos la reforma perfecta, nuestra casa tiene unas posibilidades limitadas que pueden llegar a frustrarnos si nuestra imaginación decide volar más allá de la cruda realidad. Por ello, antes de embarcarnos en una más que pesada reforma, lo mejor es que valoremos qué queremos lograr y las posibilidades reales de conseguirlo entre nuestras cuatro paredes.

MUDANZA

PROS:

1. La mudanza nos permite empezar de cero. Tenemos una gran cantidad de viviendas entre las que elegir, pudiendo adaptar nuestra elección totalmentea nuestras necesidades, al contrario que la reforma, que hacía que nosotros tuviésemos que adaptarnos a las posibilidades de nuestra vivienda, que podían ser ideales en el pasado pero muy poco funcionales en el momento actual. Por ello, estudia todas las posibilidades que el mercado te ofrece y elige la vivienda que mejor se adapte a ti, ya que una vez elegida puedes realizar pequeñas modificaciones para mejorarla, pero lo esencial tiene que venir de fábrica.

2. Una mudanza permite un abanico de nuevas experiencias. El empezar de cero nos invita a conocer nuevos restaurantes y zonas de ocio, lo que nos posibilita ampliar nuestro círculo de contactos, tanto personales como profesionales, y vivir una serie de originales experiencias. Además, de nuevo, permite que nuestra vivienda se adapte a nosotros y podemos elegirla en función de cuestiones clave como la cercanía a nuestro lugar de trabajo, evitándonos largos y pesados viajes.

CONTRAS:

1. Nuestra rutina muchas veces está colmada, con un horario bastante apretado en el que apenas existen los espacios vacios y de hacerlo, muchas veces los dedicamos al reconfortante descanso. El buscar casa reduciría, aún más, estos momentos de confort en pro de la búsqueda y si no le ponemos las ganas adecuadas puede acabar ocasionando que no pongamos empeño en encontrar la mejor vivienda y, con ello, acabar en una casa que tampoco se adecue a nosotros de la forma en que lo necesitamos.

2. Mudanza. Si hay una palabra que nuestros amigos temen escuchar en una petición es esa, y es que trasladar todos nuestros bártulos de un lugar a otro no es ni fácil ni placentero, haciendo que una reforma puede resultar mucho más cómoda si lo que queremos es evitarnos todo este proceso.

Valora todas estas cuestiones y decántate por una u otra, teniendo siempre en cuenta que tu vivienda debe adaptarse a ti, a tus necesidades, y no al revés.

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