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El formato vacacional ha cambiado rotundamente en los últimos años. Antes, los hoteles eran los imprescindibles para las escapadas estivales. Ahora, los pisos en alquiler baratos se están convirtiendo en los favoritos de los veraneantes. ¿Pero cuál de las dos opciones es mejor y por qué?

Internet ha revolucionado nuestras vidas y nuestros hábitos de consumo no iban a ser menos. En el plano vacacional, ha sucedido más de lo mismo. Las agencias de viajes y paquetes vacacionales han dejado paso a las páginas web “a la carta”, donde las vacaciones se configuran a gusto del consumidor. Entre estas webs, han tenido un mayor auge aquellas que ofrecen pisos en alquiler baratos en las zonas turísticas por excelencia.  Según la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), los alquileres vacacionales son utilizados por un 25% de los turistas extranjeros y por más del 30% de los nacionales. Ya sea por comodidad, reducción de trámites o competencia (algunos empresarios del sector hotelero manifestaron sus quejas por competencia desleal), los hoteles también se han sumado a los buscadores vacacionales para promocionar sus servicios.

El ámbito hotelero es de sobra conocido por todo el público. El filón indiscutible de los hoteles es la comodidad y todos los servicios posibles para los clientes. Los hoteles juegan con el factor del personal de restauración altamente capacitado para hacer que no nos falte de nada durante nuestra estancia. Servicio de habitaciones, limpieza, comida, etc… ponen todas las facilidades a nuestro alcance para que nuestro esfuerzo durante la estancia en el hotel sea el mínimo y podamos hablar de unas verdaderas vacaciones, en las que no hagamos nada más que relajarnos y respirar de la rutina. Ahora, además, ofrecen numerosas ofertas para competir con el auge de pisos en alquiler baratos.

Por otro lado, encontramos un amplio escaparate de pisos en alquiler baratos para pasar las vacaciones que ha dado algún que otro susto a los usuarios. Han salido a la luz algunos casos de estafa y engaño que han puesto en el punto de mira a este tipo de alojamientos. Por esto mismo, el Ministerio de Hacienda está haciendo un esfuerzo para regular la situación. Mientras se estabilizan los trámites, el Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid) propone las siguientes medidas para que el turista no encuentre problemas durante su estancia en el piso vacacional.

• Conoce la regulación: El alquiler que vas a llevar a cabo tiene la consideración de arrendamiento de uso distinto del de la vivienda, teniendo validez sólo durante una temporada delimitada, sea en verano o en cualquier otra época. Es importante conocer la regulación y no dejarse llevar por el precio de los pisos en alquiler baratos.
• Exige garantías: Una vez seleccionado el inmueble que interesa para veranear, debemos exigir como condición esencial del arrendamiento que la vivienda sea realmente la que aparece en fotos o descrita, independientemente de que la veamos en Internet o a través de una agencia. Sé especialmente cuidadoso en este punto ya que han salido a la luz varias víctimas de estafa con sus pisos en alquiler baratos.
• Ajusta el contrato de modo que te proteja: Aunque el arrendamiento verbal se considera válido, es más que recomendable que se plasme por escrito ya que es la única garantía con la que el veraneante cuenta en caso de problemas con el alquiler. Como inquilino, haz un listado con todo el inventario con el que cuenta la casa (incluyendo electrodomésticos, vajilla, decoración, etc.) y entrega una copia firmada al arrendador, numerando cada uno de los objetos de la casa y especificando el estado en el que se encuentran. Puedes tomar fotos de los mismos, de este modo asegurarás la garantía. También es posible pedir información asegurada sobre las zonas comunes de las que tienes derecho a disfrutar durante tu estancia.
• Sé consciente de lo que firmas: Es muy importante que, como inquilino, solicites una copia del contrato en tu idioma, incluso en caso de que prevalezca el castellano o cualquier otra lengua oficial. A priori, puede parecer una tontería pero con los giros lingüísticos propios de cada idioma, podrían jugarte una mala pasada. Además, como es normal, es básico que entiendas al 100% el tipo de contrato que estás firmando y todas las clausulas que lo componen.
• Intimidad dentro de la vivienda: Durante el alquiler, tienes todo el derecho de disfrutar únicamente tú (y tus acompañantes) de la vivienda de manera exclusiva. Estás en posición de prohibir la entrada a otras personas, sean quienes sean y eso incluye al propietario, mientras disfrutas de tu periodo vacacional en el piso de alquiler. Otras personas podrán acceder a la vivienda si tú, y sólo tú, das tu consentimiento.
• Cierra el precio: Cierra el costo total del alquiler cuando firmes el contrato. De este modo, el arrendador no podrá pedirte el abono de otros costes posteriores y adicionales en el momento de desalojo de la vivienda.

Como ves, llevando una buena gestión desde el principio, tus vacaciones pueden ser igual de tranquilas y cómodas, bien decidas quedarte en un clásico hotel, o bien prefieras pisos en alquiler baratos. La última palabra la tienes tú.

Imagen «pisos en alquiler baratos» cortesía de Shutterstock