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Otro dato que supone una mejora en el sector inmobiliario, es el correspondiente al número de hipotecas concedidas en 2014. De acuerdo con la Asociación Hipotecaria Española (AHE), las nuevas hipotecas crecieron un 18% con respecto al año anterior.

Ese incremento quiere decir que la banca otorgó más de 26.000 millones de euros para la adquisición de viviendas. Las expectativas se dirigen a que la tendencia ascendente observada en los últimos trimestres se consolide a lo largo de 2015, normalizando el acceso al crédito de los hogares.

Sin embargo, el crédito hipotecario para la compra de vivienda presentó una bajada del 2,7% interanual, un punto porcentual menos de lo que hacía hace un año. El saldo se ha quedado en 559.217 millones. Por lo que las esperanzas en el sector están puestas sobre las nuevas hipotecas.

¿A qué se debe ese fenómeno? A que pese a la flexibilización en los criterios de concesión de las entidades relacionados con las mejores expectativas económicas, aún hay una parte importante de la demanda que todavía encontrará dificultades en el acceso al crédito hipotecario, debido al impacto que haya podido tener la crisis en sus niveles de solvencia y capacidad de ahorro.

Por su parte, el saldo del crédito hipotecario gestionado se situó en 730.000 millones de euros, lo que supone un descenso interanual del 7,7% en relación con el descenso del 14,1%.

Por eso mismo, la AHE apuesta a que la evolución de las nuevas hipotecas seguirá siendo leve y dependerá, en 2015, del comportamiento de la economía española. Si ésta mejora o si sigue estancada, cosa que incidirá directamente en las concesiones hipotecarias.

Sobre qué podría hacer falta para conseguir un mayor avance de los números, también mencionan la necesidad de que vuelvan a ser aceptados instrumentos de refinanciación como la titulación hipotecaria, teniendo en cuenta los criterios de transparencia y sencillez del instrumento.