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Actores secundarios de la representación de la vivienda, los seguros de vivienda cumplen funciones imprescindibles para garantizar el bienestar de los propietarios. En este sentido, conviene analizar la situación que atraviesa el mercado de los seguros en nuestro país, así como su dinámica interna.

Así, no debemos extrañarnos cuando vislumbremos que los seguros de vivienda se encarecieron un tres por ciento durante el pasado año, según nos informa el Instituto Nacional de Estadística. El dato responde a la recuperación del sector, al haber aumentado la demanda de inmuebles.

Al hablar de seguros de vivienda nos referimos a aquella contratación que cubre las incidencias en los inmuebles, siendo las más extendidas las referentes a incendios, inundaciones, daños en la instalación eléctrica o robos. Por supuesto que en este ámbito existen otras contingencias pero estas son las más utilizadas.

Por el contrario a la tendencia registrada en los seguros de vivienda, los costes de estos servicios de conservación de inmuebles experimentaron en 2014 una bajada de algo más de medio punto, aunque este organismo señala que los materiales para la conservación aumentaron dos décimas.

Estos datos se enfrentan a la tendencia de los españoles a no utilizar el seguro del hogar de manera habitual. De hecho, según los datos de un reciente estudio, publicado por Reparalia, nos muestra cómo la mayoría de los usuarios asegurados no han utilizado su seguro del hogar en los dos últimos años.

Esta tendencia choca con la cifra del 96 por ciento de usuarios que afirma tener contratado un seguro de vivienda, siendo el 80 por ciento de estos los que no hacen uso de él.

También hemos conocido gracias a este análisis cuáles son los factores que más influyen para decantarse por un seguro u otro. Ente ellos, las coberturas incluidas dentro de la contratación, el precio y la obligatoriedad de tenerlo vinculado a un tercero.

Finalmente, la mayoría de los usuarios señala que la atención recibida por parte de las aseguradoras, en la mayoría de las ocasiones, es muy buena y que si tuviéramos que elegir tres aspectos imprescindibles con los que un seguro debe contar estos sería, en primer lugar, la rápida respuesta de la compañía, es fundamental para obtener un buen servicio al cliente. Asimismo, la eficiencia del reparador efectuando su labor y la seguridad de que la reparación se va a realizar correctamente y con garantías de su correcto funcionamiento se situarían en segunda y tercera posición.