Centro Comercial Inmobiliario

En tiempos de crisis hay que buscarse la vida y para ello cualquier ingreso extra es bien recibido, sin importar los sacrificios. Un ejemplo de ello, las calles de Madrid: cada día más a tope de coches. Encontrar un sitio para aparcar se ha convertido en una batalla campal. No nos sorprende entonces escuchar de estudios que concluyen que cada vez son más quienes venden y alquilan plazas de garaje para contrarrestar la crisis.

De acuerdo al último Informe del Estado de la Movilidad en la ciudad de Madrid, la ocupación de los puestos verdes (residenciales) ha pasado del 67% al 80% en los últimos seis años.

Los propietarios de plazas de garaje están dispuestos a desprenderse de ellas con tal de obtener un ingreso extra. La oferta de venta aumentó 10% en 2014 y aunque la de alquiler registró un descenso del 31%, ya había aumentado 91% en 2012 y 28% en 2013.

Sin embargo, los precios sí que han bajado, quizás en intentos desesperados de desprenderse más rápidamente de la plaza. En venta, el precio promedio es de 18.565 euros, pero en los barrios más demandados, como los del centro, la cifra de una de esas plazas de garaje puede superar los 50 mil euros. Por su parte, el precio promedio del alquiler ronda los 80 euros, que cada mes no vienen nada mal si las cuentas están apretadas.

En los parkings municipales también se ha visto este fenómeno, en los cuales no ha aumentado la oferta de los espacios por las dificultades económicas al momento de comercializarlos. Pero no hacen falta mayores estudios para darse cuenta del fenómeno mencionado, solo basta con ver que ahora hay plazas de garaje libres disponibles en aparcamientos como los de Chueca o Santa Ana, a pesar de que aparcar en el exterior es casi misión imposible.

Sobra la demanda pero falta la oferta. Y es que cuando decíamos que aparcar se convierte en una batalla campal no mentimos. Tomemos en cuenta que Madrid cuenta con 122.000 plazas verdes y el ayuntamiento ha otorgado 220 mil tarjetas, que permiten a los vecinos aparcar en su zona. Es decir, que por tener una plaza otorgada y pagar cada mes los casi 25 euros no tiene garantizado el puesto para su coche.