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La venta de vivienda usada tira del carro del sector. Es la opinión de los Registradores de España que señalan que esta categoría de inmueble es la que se ha convertido en el salvoconducto del sector inmobiliario y baluarte de la recuperación, si se comparan sus resultados con los de la vivienda de nuevo uso y construcción. 

Así, solo en el tercer trimestre del año (entre julio y septiembre) se produjo un aumento de un punto y medio con respecto a la medición anterior y la compraventa de viviendas antiguas ascendió a las 79.561 unidades. La misma se encuentra lejos del mínimo experimentado en 2013, cuando el cuarto trimestre se cerró con 72.560 viviendas vendidas.

Para los registradores de nuestro país esta cifra es el segundo mejor resultado de los últimos seis trimestres, pues únicamente se ha visto aumentada por el primer trimestre del año 2014, en el que el número de operaciones superó las 83.000 compraventas en dichos 90 días.

De hecho, en esta reactivación la venta de viviendas usadas ha tenido un rol protagónico, al representar tres de cada cuatro operaciones ejecutadas, pues durante este periodo fueron 52.127 las viviendas usadas vendidas, nueve puntos por encima de la anterior medición. Las mismas, además, duplican a las nuevas, con 27.000 operaciones, que supusieron un 10% menos que en el segundo trimestre del año.

En este sentido, desde el Colegio de Registradores sostienen que el mercado inmobiliario español tiene como desembocadura la compraventa de vivienda usada, pues en grandes localizaciones de la geografía española es la única opción residencial válida y competitiva.

Asimismo, este organismo prevé un descenso del número de compraventas de vivienda de obra nueva, al menos durante los próximos trimestres. De hecho, para los registradores de nuestro país el peso de la vivienda nueva en lo que a número de compraventas se refiere continuará descendiendo, llegando a niveles del 20% sobre el total en el medio plazo.

La cifra se sitúa quince puntos por debajo del umbral actual. No obstante, desde este organismo sostienen que el cambio de tendencia de la estructura de resultados pasa por la reactivación del mercado de obra nueva, que no va a tener lugar en el corto plazo.

Asimismo, los datos de esta institución sostienen que los principales compradores son de nacionalidad extranjera, aumentando este estrato durante el último trimestre en trece puntos y situándose en un nuevo máximo histórico. Hecho que supone el fortalecimiento de la confianza de los ciudadanos extranjeros por el mercado inmobiliario español.

Así, siete son las nacionalidades más activas en lo que se refiere a adquisición de vivienda en nuestro país. El ranking lo encabezan los británicos, con un 20% del peso total. Le siguen los franceses, rusos, alemanes, belgas, suecos e italianos.