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Algo se mueve en el sector de la vivienda. En concreto, la evolución del número de hipotecas firmadas en nuestro país, que ha crecido consecutivamente durante los últimos meses, vaticina la recuperación del mismo, que confirma a su vez el regreso del crédito a las economías domésticas, uno de los pilares básicos de toda recuperación económica.

Así, las viviendas hipotecadas en nuestro país encadenaron, hasta agosto, tres meses de subidas consecutivas, situándose estos incrementos entre el 19 y el 29 por ciento respectivamente y estableciendo un importe medio por hipoteca firmada de 102.000 euros, un cinco por ciento superior al de hace un año.

En lo que respecta al ritmo de hipotecas firmadas según los lugares de España de los que hablemos, Andalucía fue la región donde mayor número de estas operaciones se registró. Le siguieron Madrid y Cataluña. Por el contrario, La Rioja y Canarias fueron los lugares en los que menor número de hipotecas se contabilizaron.

Según los expertos, el cambio de tendencia de las hipotecas se debe a las modificaciones que el tipo de interés ha experimentado. Así, este indicador fue del 3,7 por ciento, un dato muy interior al 4,3 por ciento que se registraba apenas un año antes, bajando también el plazo medio de las mismas, que se situó en torno a los 21 años.

Según su composición interna, más de un 90 por ciento de las mismas se firmaron a través de un tipo de interés variable, frente a apenas un seis por ciento que lo hicieron bajo interés fijo. De entre la mayoría, el euríbor volvió a ser el tipo de referencia más utilizado, ya que es el que figuraba en el 90 por ciento de las operaciones.

También es interesante tener en cuenta las hipotecas con cambios registrales, que descendieron casi un 20 por ciento. De hecho, las viviendas que modificaron las condiciones hipotecarias bajaron más de un once por ciento, siendo el cambio de entidad el factor que más aumentó, pues llegó a casi el ocho por ciento. Por el contrario, las hipotecas que cambiaron el bien hipotecado descendieron un 20 por ciento.

Dentro de las hipotecas con cambios registrados, asimismo, casi la mitad se debieron a cambios en los tipos de interés. En segundo lugar aparecen los cambios de las condiciones, que en el caso de las hipotecas de interés fijo bajó hasta el dos por ciento y en el de interés variable trepó hasta el 96 por ciento.

Estas hipotecas de interés variable están concentradas en su mayoría bajo el paraguas del euríbor y, tras el cambio de condiciones, vieron su interés medio por préstamo bajar 0,17 puntos de media, con su correspondiente descenso en lo que respecta al pago de las mensualidades, de ahí que se pueda entender el dinamismo del sector debido a esta serie de indicadores.