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Las reformas de viviendas se han reactivado con la crisis, una situación que se ha prolongado en la actualidad momento en que, parece, salimos de ella. De hecho, son varias los motivos que han hecho que los propietarios se muestren más confiados a la hora de hacer una rehabilitación de su vivienda.

En primer lugar, atravesamos un buen momento para realizar estos cambios en la vivienda porque el cese de la construcción ha provocado que exista un mayor número de profesionales de la construcción dedicados a las reformas y, por consiguiente, que el exceso de oferta se haya traducido en una caída del precio de la mano de obra que, se estima, se ha reducido entre un 30 y un 40 por ciento de media.

A ello se suma que las empresas del sector de la construcción han atravesado importantes cambios, por lo que la crisis ha provocado que estas organizaciones se hayan visto obligadas a reducir sus costes para mantener su cartera de clientes. De hecho, esta reducción se ha fijado en torno a un 10 y un 15 por ciento.

Como tercer punto destacado es importante señalar que los materiales utilizados para la reforma de una vivienda también han visto descender su precio. Algo que los clientes han notado puesto que son cada vez más los que los adquieren directamente. Así, el ahorro que obtienen en estos elementos puede alcanzar hasta el 15 por ciento.
Tres aspectos que constatan la depreciación del sector de la construcción pero que tiene en la reforma y rehabilitación de viviendas un balón de oxígeno. Prueba de ello es que las ventas de materiales para rehabilitación son mucho más numerosas que aquellas destinadas a la obra nueva, en concreto, un 80 por ciento superiores.

Así, a nadie debería extrañar que solo el pasado año fuesen reformadas en nuestro país más de 22.000 viviendas y más de 27.000 edificios. Son datos proporcionados por la Confederación Española de Asociaciones de Fabricantes de Productos de Construcción, quien también ha avanzado que en el primer trimestre de este año han sido más de 5.000 las casas reformadas, un dos por ciento más que en el mismo periodo de 2013.
Un incremento que se justifica en las distintas medidas de índole económica ya lleven estas la etiqueta de subvención estatal, plan renove regional o la puesta en marcha del IVA reducido para los materiales utilizados en estas operaciones.

Por último, la imposibilidad de cambiar de vivienda a una de mayores dimensiones, el difícil acceso al crédito hipotecario y la opción de vivir de alquiler son las condiciones que los responsables de las reformas de viviendas exponen como argumentos para llevarlas a cabo.