Tu abuela tenía razón: trucos que funcionan para tu hogar
Como siempre (o casi siempre) tu abuela tenía razón: existen un montón de trucos con productos de uso común en nuestro hogar que te sacarán de más de un apuro a la hora de limpiar tu casa. ¡Pruébalos, te sorprenderán!
1. Vinagre
El vinagre es un excelente desengrasante y desinfectante. Olvídate de su olor, ya que desaparece una vez que se ha secado.
Para convertirlo en un potente producto de limpieza, mezcla una parte de vinagre con una parte de agua. Úsalo para la limpieza de espejos y cristales: hará que brillen y no se forme vaho si mezclas dos terceras partes de agua y una de vinagre, los frotas con papel de periódico humedecido en la mezcla y secas la superficie con un trapo de algodón.
El vinagre es también un potente descalcificador. Para que tu lavaplatos se mantenga más tiempo en perfectas condiciones sólo tienes que echar un chorrito de vinagre en cada lavado y tus platos siempre quedarán relucientes.
El vinagre también se puede utilizar como suavizante y resulta ideal para aquellas personas que padecen algún tipo de alérgia. Tan solo tienes que añadir media taza de vinagre al ciclo de enjuague en lugar de suavizante. Asegúrate de usar siempre vinagre blanco, ya que otros tipos de vinagre pueden alterar el color de ciertas telas y superficies.
2. Aceite
El aceite es un ingrediente clave en numerosas recetas para la limpeza y encerado de algunas superficies. Por ejemplo, para evitar que los abrelatas se oxiden, límpialos de vez en cuando con gasolina y aplica posteriormente un poco de aceite de oliva. En cambio, si ya están oxidados, frótalos con medio limón empapado en sal gruesa antes de aplicar el aceite.
Si quieres fregar el suelo de forma ecológica, disuelve tres cucharadas de bicarbonato de sodio en dos litros de agua caliente. Agrega media taza de vinagre y dos cucharaditas de aceite esencial de pino.
3. Limón
El limón es un elemento multiusos de limpieza. El zumo de limón se puede utilizar, por ejemplo, para eliminar el óxido superficial. Espolvorea un poco de sal sobre la superficie oxidada y aplica el zumo, déjalo actuar durante unas horas y frota posteriormente la parte afectada, ¡los resultados te sorprenderán!
Para que la ropa blanca quede perfecta y con buen olor, corta la cáscara a un limón e introdúcela en una bolsita de tela. Átala y lávala con la ropa.
Un buen truco casero para que el lavavajillas quede limpísimo a la vez que eliminas el mal olor, es introducir en la cesta de los tenedores medio limón a la hora de realizar el lavado.
También puedes utilizar zumo de limón para disolver los residuos de jabón en el baño.
4. Bicarbonato
El bicarbonato es un producto ideal para quitar manchas, evitar la humedad y mantener limpios los desagües. Actúa como desodorante y es excelente para limpiar la suciedad persistente.
Combinado con vinagre, puede ser usado como un limpiador de tuberías ecológico. Para ello, echa tres cuartos de taza de bicarbonato por el desagüe y posteriormente la mitad de una taza de vinagre. Después vierte una olla de agua hirviendo por el desagüe y verás como queda libre de atascos.
Para ayudar a absorber los olores desagradables de tu nevera y la cocina, coloca un bote de bicarbonato abierto, notarás la diferencia.
Para desodorizar las alfombras, rocía bicarbonato y aspíralo a los 15 minutos.
5. Agua oxigenada
El agua oxigenada es uno de los mejores blanqueadores naturales que existen.
Si utilizas cubiertos de madera, habrás notado que con el uso se ennegrecen. Para limpiarlos sumérgelos de vez en cuando en agua tibia mezclada con agua oxigenada.
Para que las encimeras de mármol queden brillantes y sin grasa, límpialas con agua oxigenada y acláralas con agua.
Si se te ha quemado alguna prenda y quieres eliminar esa aureola amarilla que queda habitualmente, frota la zona quemada con agua oxigenada rebajada al 50% y un chorrito de limón. Posteriormente lava normalmente, pero evita secarla al sol.
5. Cebolla
La cebolla cruda o cocida proporciona limpieza y brillo en multitud de superficies. Es útil, por ejemplo, para los vidrios y cristales. Si al cocinar se quedan en el fondo de las ollas restos de comida, límpialas de la siguiente forma: ponlas a hervir en el fuego con un puñado de sal gorda y unas rodajas de cebolla. Al cabo de unos minutos la pasta se habrá despegado sola.
6. Leche
La leche es un alimento completo que no sólo está presente en gastronomía, sino también en el hogar a través de usos muy particulares.
Elimina manchas de bolígrafo en los tejidos fácilmente si sumerges la zona manchada en leche caliente y la dejas reposar durante unas horas. Después, lava la prenda como de costumbre.
También podrás recupera el color de las cortinas de baño con este truco: cuando notes que la humedad ha dejado unas manchas negruzcas en ellas, sumérgelas en un recipiente con leche y déjalas en remojo durante toda la noche. A la mañana siguiente, al aclararlas, descubrirás que la suciedad se ha ido como por arte de magia.
¿Has echado a perder tu camiseta favorita? Antes de deshacerte de ella, déjala durante la noche en un recipiente con dos tapones de leche y uno de vinagre blanco.
7. Sal
La sal es un elemento muy común en todas las cocinas, pero también es un eficaz remedio de limpieza.
Para limpiar el depósito de tu plancha y evitar que se atasque, rellénalo con una mezcla de agua, sal y vinagre. A continuación, enchufa el aparato y deja salir el vapor durante unos minutos. ¡Notarás la diferencia!
Evita que tu ropa destiña, mete la ropa en un barreño con agua y sal para fijar los colores antes de lavar.
Para limpizar el horno, mezcla una taza de bicarbonato con 1/3 de taza de sal y otro 1/3 de taza de agua en un bol hasta formar una pasta. Aplícala sobre el horno y deja actuar la mezcla durante toda la noche. Al día siguiente frota con un estropajo y aclara con agua.
¿Tienes alguna duda o algún truco que nos quieras contar? ¡Escríbenos y compártelo con nosotros!
Excelente redacción y recopilación de los trucos caseros de nuestra abuela. Lo apunto en mis favoritos.